“Roma no paga a los traidores”: Javier Milei, en camino a un enfrentamiento con su vicepresidente

La relación entre el presidente argentino Javier Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, ya era tensa. Sin embargo, en los últimos días, la relación llegó a un punto crítico después de que la vicepresidenta criticara al gobierno en redes sociales.
La dupla está en rumbo de colisión desde el pasado jueves (10), cuando la vicepresidenta, que en Argentina también lidera el Senado, habilitó la sesión en la que se aprobó el aumento de emergencia del 7,2% de las reformas , como parte de un paquete de proyectos que aumenta el gasto fiscal.
Villarruel ha enfrentado críticas generalizadas de ministros y simpatizantes del gobierno, quienes cuestionan la legalidad de la sesión, ya que no fue convocada por el presidente del Senado. La vicepresidenta defendió su postura, explicando que los senadores tienen autonomía para convocar sesiones y refutando las acusaciones de traición.
Milei expresó públicamente su desaprobación hacia Villarruel, compartiendo ataques contra la vicepresidenta en las redes sociales.
Villarruel también criticó a Milei en redes sociales, sugiriendo que el presidente debería recortar el gasto en viajes y servicios de inteligencia, acusándolo de estar desconectado de la realidad de los argentinos. El vicepresidente también escribió que el presidente debe comportarse como un adulto al hablar de política.
El conflicto revela profundas divisiones dentro del actual liderazgo argentino. Villarruel se ha aislado en el Senado, y la Casa Rosada ha comenzado a difundir el mensaje de que el vicepresidente está considerando una futura candidatura fuera del grupo político de Milei, Libertad Avanza. Las tensiones se intensificaron con un desacuerdo público en un acto oficial, donde el presidente, al entrar en la Catedral de Buenos Aires, ignoró al vicepresidente y luego escribió en redes sociales: «Roma no paga traidores».
Tras la derrota del gobierno en el Congreso, los aliados de Milei exigieron la suspensión de Villarruel. Durante un discurso en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, el ultraliberal insinuó que no formaba parte de su equipo y que lo había traicionado.
Implementamos 2.500 reformas estructurales. Así que no solo tuvimos un programa de estabilización mucho más exitoso que la convertibilidad [de Carlos Menem], sino que también implementamos 25 veces más reformas estructurales. Pero lo hicimos con el 15% de la Cámara de Diputados, siete senadores, un traidor, pero con el mejor jefe de Gabinete de la historia", dijo el presidente.
La tensión entre el dúo victorioso en la contienda electoral de 2023 no es nueva. Villarruel, quien aspiraba a controlar los ministerios de Defensa y Seguridad, fue marginada por Milei al principio de su administración.
La vicepresidenta es hija de un militar, ha visitado a comandantes de la última dictadura argentina en prisión y es considerada una defensora de las Fuerzas Armadas. En cambio, el presidente nombró a dos excandidatos en las elecciones de 2023 para cargos ministeriales: Luis Petri y Patricia Bullrich.
Villarruel aboga por un replanteamiento de la memoria de los argentinos sobre la última dictadura. Ha criticado la detención de militares que dirigieron el país en aquel entonces, ha cuestionado la cifra de 30.000 desaparecidos durante el régimen y ha afirmado que los combatientes no eran juzgados por delitos de la misma manera que los militares. Su principal desacuerdo con la ideología ultraliberal de Milei es que ella se presenta como nacionalista.
Antes de cumplir su primer año de mandato, la vicepresidenta ya había sido aislada de las decisiones ejecutivas, pasando al radar de la hermana del presidente y secretaria de la Presidencia, Karina Milei.
En Argentina, las fricciones —en muchos casos, rupturas irreversibles— entre el presidente y el vicepresidente no son exclusivas del actual gobierno. Fernando de la Rúa (1999-2001) y su vicepresidente, Carlos "Chacho" Álvarez, se distanciaron incluso antes del trágico final de su mandato, durante la crisis de 2001.
Cristina Kirchner fue garante, vicepresidenta y, luego, una de las principales críticas del gobierno de Alberto Fernández (2019-2023).
A pesar de la tensión, no hay indicios inmediatos de que Villarruel planee dimitir, pero un número creciente de analistas cree que la ruptura entre ambos es irreversible. La compañera de fórmula de Milei mantiene una imagen positiva en las encuestas y, aunque carece de poder en el Ejecutivo, actúa como árbitro en las decisiones del Senado.
Milei, quien ya se había reunido con los 24 gobernadores del país acusando a los políticos locales de boicotear el programa de ajuste fiscal del gobierno, prometió vetar las leyes que considere una amenaza a su política fiscal, incluso si tiene que llevar las decisiones a los tribunales.
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